Qu tan seguro es comer alimentos de una lata abollada
Es común encontrarse con alguna lata abollada en el supermercado o en la despensa. Es importante saber cuándo los alimentos en una lata abollada son seguros para consumir y cuándo se trata de una lata que debe desecharse.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) señala que si la lata tiene una pequeña abolladura, pero por lo demás está en buen estado, la comida debe ser segura para comer.
Las latas que deben desecharse son aquellas que se encuentran profundamente abolladas. Se considera una abolladura profunda aquella en la que puedes poner tu dedo y también las que suelen tener puntas afiladas.
También deben desecharse aquellas latas que tienen una abolladura profunda en la costura superior o en la costura lateral. Una abolladura profunda en la costura puede permitir que las bacterias entren en la lata.
Además de las latas con muy abolladas, deben desecharse las latas abultadas, oxidadas o con fugas y que tengan los sellos rotos.
Otras veces que la comida en lata es insegura para comer
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aconsejan desechar las latas de alimentos que desprendan líquido o espuma al abrirlos o que contengan alimentos descoloridos, mohosos o con mal olor. Si el producto dentro de una lata no se ve o no huele normal, debe desecharse. No pruebes los alimentos.
Las latas que se congelan accidentalmente pueden ser inseguras para comer. La Utah State University explica que la congelación cambia la textura de los alimentos y conduce a la oxidación, la rotura de latas y la rotura de sellos que pueden dejar entrar bacterias dañinas.
El USDA señala que no es seguro consumir los alimentos las latas congeladas que se hayan descongelado a 40 °F o más y las latas que se han descongelado y vuelto a congelar.
Las latas congeladas que no se hayan descongelado y que no estén hinchadas se pueden descongelar y usar de manera segura.
Cómo almacenar correctamente las latas de comida
Los alimentos enlatados deben guardarse en un fresco, oscuro y seco lejos de hornos, tuberías y lugares donde las temperaturas cambien.
Las latas deben almacenarse fuera del piso. La humedad puede absorber las latas y fomentar la oxidación.
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